Recreación DANA - IA |
Las intensas lluvias y las
inundaciones repentinas que han azotado a la región son resultado de un
fenómeno meteorológico conocido como Depresión Aislada en Niveles Altos,
o DANA, y los efectos de esta son aún más intensos debido al estado
actual del mar Mediterráneo. Veamos en detalle qué es una DANA, cómo se forma y
por qué puede desencadenar fenómenos climáticos tan extremos.
¿Qué es una DANA y cómo se forma?
La DANA, siglas de
Depresión Aislada en Niveles Altos, es una situación meteorológica
caracterizada por la formación de una bolsa de aire frío en las capas altas de
la atmósfera que se separa de la circulación general, quedando aislada del
flujo de aire que circula normalmente en la troposfera (la capa de la
atmósfera donde se desarrollan los fenómenos climáticos habituales). Este aire
frío, que ha sido arrastrado desde latitudes más altas, queda rodeado por aire
más cálido y húmedo.
Para entenderlo, imaginemos un
sistema de aire frío que se desplaza por la atmósfera a unos 5.000 o
6.000 metros de altitud, y que, al encontrarse con zonas de aire más cálido
y húmedo, provoca una fuerte inestabilidad atmosférica. Este
contraste de temperaturas genera ascensos rápidos de aire, lo que, a su vez,
propicia la condensación de la humedad y la formación de nubes de gran
desarrollo vertical, conocidas como cumulonimbos.
Estas nubes son las responsables de las tormentas, los chubascos intensos y, en
muchos casos, de precipitaciones torrenciales que pueden durar varias horas o
incluso días.
Esquema sencillo de la formación de una DANA |
¿Por qué ha afectado tan severamente a la Comunidad Valenciana y al Mediterráneo?
El Mediterráneo es
particularmente vulnerable a los efectos de una DANA. Esto se debe a la
combinación de varios factores meteorológicos y geográficos:
- Temperaturas elevadas del mar: Este otoño,
el Mediterráneo ha registrado temperaturas del agua especialmente altas. El
mar actúa como un gran reservorio de energía y humedad que, al entrar en
contacto con una masa de aire frío en altura, genera condiciones ideales
para que el agua se evapore y se condense en forma de lluvias
torrenciales. Cuando el agua superficial del mar está cálida, se produce
una mayor evaporación, y eso aumenta la cantidad de humedad disponible en
la atmósfera, la cual se convierte en lluvias intensas cuando se encuentra
con el aire frío de una DANA.
- Topografía de la región: La Comunidad
Valenciana, y en particular áreas como Utiel y otras zonas interiores,
están rodeadas de montañas. Cuando el aire húmedo y cálido es impulsado
tierra adentro y choca con las montañas, se ve obligado a ascender
rápidamente. Este ascenso forzado intensifica aún más la condensación de
la humedad, favoreciendo lluvias copiosas. Este fenómeno conocido como “efecto
orográfico” o “precipitación orográfica” es especialmente
notable en áreas de la Comunidad Valenciana, donde las montañas cercanas a
la costa amplifican las lluvias al forzar el ascenso del aire húmedo
intensificando las precipitaciones hasta niveles extremos, como los que se
han observado en estos días.
- Factores estacionales: Durante el otoño, el
Mediterráneo se encuentra en un estado de transición entre el calor
acumulado durante el verano. En agosto de 2024, se registró un nuevo
récord de temperatura superficial media del Mediterráneo de 28.16°C
(según el CEAM - Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo) y el
enfriamiento progresivo que trae el invierno. Este contraste térmico,
sumado a la llegada de aire frío en capas altas de la atmósfera,
desencadena procesos de inestabilidad frecuentes. No es casualidad que
muchas DANAs se formen en esta época del año, cuando el contraste térmico
es más acusado y el mar aún está relativamente cálido.
Un informe de la Agencia Estatal
de Meteorología (AEMET) señala que “las temperaturas récord del Mediterráneo en
2024 están directamente relacionadas con el alza en eventos meteorológicos
extremos, como las lluvias torrenciales”.
Recreación realista de la DANA -IA |
Consecuencias de estas lluvias torrenciales
Las lluvias intensas de estos
días han dejado efectos devastadores en diversas áreas, no solo en la Comunidad
Valenciana, sino también en otras zonas del Mediterráneo. Los principales
problemas que surgen con fenómenos de esta magnitud incluyen:
- Inundaciones y daños a infraestructuras: La
gran cantidad de agua caída en un corto periodo de tiempo satura el
sistema de drenaje natural y artificial, lo que da lugar a inundaciones en
áreas urbanas y rurales. Esto provoca daños en viviendas, carreteras,
puentes y en la red eléctrica, y pone en riesgo la vida y los bienes de
las personas.
- Pérdidas agrícolas: Las precipitaciones
intensas y las inundaciones arrasan cultivos, especialmente en zonas de
cultivo intensivo que no están preparadas para soportar tanta agua en poco
tiempo. En la Comunidad Valenciana, con una agricultura orientada a la
producción de cítricos y otros productos, las pérdidas pueden ser
significativas.
- Riesgos para la población: Aparte de los
daños materiales, estos episodios de lluvias torrenciales también
representan un riesgo serio para las personas, especialmente en zonas
donde el agua puede acumularse rápidamente sin previo aviso. Es habitual
que se emitan alertas de protección civil y se active el personal de
emergencia para asistir en evacuaciones y rescates.
Pero, ¿por qué estos fenómenos
parecen ser cada vez más frecuentes? La respuesta se encuentra en el
calentamiento global y sus efectos en los océanos.
¿Qué papel juega el calentamiento global en la intensidad de estas DANAs?
En los últimos años, los expertos han observado que estos fenómenos de lluvias extremas son cada vez más frecuentes e intensos en el Mediterráneo. Esto está directamente relacionado con el aumento de las temperaturas globales. Al aumentar la temperatura promedio del planeta, los mares también se calientan más, y el Mediterráneo no es la excepción. Las temperaturas inusualmente altas en el mar prolongan la época en que el agua está cálida y facilita que se produzcan estos fenómenos de intensas lluvias, especialmente en los meses de otoño. “Según un estudio reciente del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo, la frecuencia de las DANAs ha aumentado un 20% en las últimas dos décadas debido al calentamiento global”
Como se puede observar en el siguiente
gráfico, no solo muestra un aumento de las DANAs, sino que ilustra su
aceleración en las últimas décadas.
Frecuencia DANAs últimos 40 años |
Esto refuerza la necesidad de
medidas adaptativas y políticas que respondan a la creciente amenaza climática.
Para ilustrar mejor esta
tendencia, a continuación se presenta un gráfico de la temperatura del
Mediterráneo, el aumento es un claro indicador de la mayor frecuencia de las DANAs.
Temperatura Mar Mediterráneo de los últimos 30 años |
Estos gráficos, al ser analizados
conjuntamente, evidencian una relación directa entre el calentamiento del
Mediterráneo y la intensificación de fenómenos como las DANAs, poniendo de
manifiesto un desafío que debe ser enfrentado de manera urgente.
Como señala el Dr. Javier
Martín Vide, experto en climatología, “el calentamiento global no
solo está aumentando la temperatura del mar, sino que está alterando los
patrones atmosféricos, lo que favorece la formación de DANAs más intensas y
persistentes”.
¿Podría volver a suceder en el futuro?
La respuesta es sí, y es muy
probable. Según los expertos en cambio climático, las temperaturas del mar
Mediterráneo seguirán aumentando si no se logra una reducción drástica de las
emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global. Esto significaría que
las DANAs, y con ellas las lluvias torrenciales y sus efectos devastadores,
podrían volverse aún más habituales en el Mediterráneo.
Los modelos climáticos predicen
que las lluvias torrenciales, provocadas por la interacción entre el aire frío
y las aguas cálidas del mar, podrían intensificarse en las próximas décadas.
Por ello, la adaptación a este tipo de eventos será cada vez más importante en
las zonas afectadas, implementando medidas de infraestructura adecuadas y
sistemas de alerta temprana para proteger a la población y reducir los daños
materiales.
Se recomienda en un estudio de
la Universidad de Valencia “la implementación de sistemas de alerta temprana y
la planificación urbana que incluya espacios de absorción de agua, como parques
inundables, para mitigar el impacto de lluvias extremas”. En ese mismo contexto
la Comisión Europea afirma en un informe sobre la adaptación al cambio
climático que “las inundaciones recientes muestran que es crucial mejorar las
infraestructuras de drenaje en áreas propensas a las DANAs”.
Prepararse para un futuro con fenómenos meteorológicos extremos
Lo que ha ocurrido en los últimos
días en la Comunidad Valenciana y en el Mediterráneo no es un caso aislado,
sino un reflejo de un cambio climático que está afectando cada vez más a
nuestro entorno. La DANA es un fenómeno natural que, bajo las condiciones
actuales, se potencia y multiplica sus efectos debido al aumento de las
temperaturas marinas.
Imagen futurista catastrofista del calentamiento global - IA |